sábado, 17 de agosto de 2013

Sharknado. Una deliciosa Frikada...

Pues sí, por fin he visto este diamante en bruto ejecutado por Asylum (productora que algunos denominan la nueva Troma...), dirigida por Anthony C. Ferrante (tipo versado en el universo TV Movie) e interpretada por todo un plantel de suprevivientes de Sensación de vivir, American Pie, e incluso algún retalito de Battlestar Galactica. Película de 2013, considerada de culto de forma instantánea, obligó a su productora a estrenarla en la gran pantalla tras la asombrosa aceptación por parte del público televisivo. Tal fue la expectación  generada por Sharknado, que en su estreno en cines llegaron a agotarse las entradas en varias salas, recaudando unas cifras impropias para un film de semejante calaña. 


La cosa es simple, un horrible temporal provoca que los grandes depredadores marinos se concentren en las playas colindantes a Beverly Hills causando el mayor ataque en masa jamás registrado. Acto seguido, por culpa de unas oportunistas tormentas antinaturales Los Angeles se inunda, y los Tiburones se desplazan entre los coches y bloques de pisos devorando todo a su paso (la escena en que se ven a los tiburones martillo maniobrando por el acerado de Beverly Hills no tiene precio...). Nuestro inclasificable grupo de héroes, encabezados por una leyenda del Surf, deberá sortear miles de peligros hasta ponerse a salvo, pero no contarán con la friolera de tres huracanes gigantescos que han absorbido miriadas de escualos y que causan tanto dolor como destrucción a su paso (los ataques por aire de los tiburones blancos son indescriptibles...). El heroico grupo decide plantar cara y afrontar su destino armados con bombas, armas de fuego, y motosierras, todo ello con un plan cuya belleza radica en su espeluznante sencillez. 

Frikismo épico,  mucho más de lo que se puede masticar...  
El guion de Thunder Levin combinado con la dirección de Ferrante, es una preciosa sucesión de despropósitos y adversidades sin sentido (hasta una Noria se puede transformar en un arma de destrucción masiva). La progresión dramática del Film va de la mano con un sin fin de homenajes a las películas referencia de escualos (los guiños al Tiburón de Spielberg son abusivos), saturados de violencia gratuita y momentos croma que provocan carcajadas hasta el dolor. Con diálogos de autoparodia, combates con armas fetiche (el arma icono de uno de los secundarios es el taburete de su bar preferido), situaciones predecibles y personajes asombrosamente planos, Sharknado se sitúa en el Olimpo de los grandes de la serie B. 

Al parecer nunca se puede dar a nadie por desaparecido.

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