domingo, 25 de agosto de 2013

El hombre de las figuras de cera. Un excelente ejercicio de expresionismo alemán.

Creada por Paul Leni en 1924, El hombre de las figuras de cera es un film fuertemente inspirado en los oficios de Robert Wiene o el mismísimo Fritz Lang (estandartes del expresionismo alemán). Con una puesta en escena muy cercana al teatro, el director recurre al recurso de las muñecas rusas, o lo que es decir, construir una historia por medio de historias más pequeñas, encajándolas de tal modo que el resultado final no es menos que sublime. 


Un joven escritor comienza a trabajar en un pequeño pero excepcional museo de cera, que está ubicado en las entrañas de una feria. El imaginativo escriba queda prendado de la preciosa hija del dueño, por lo que empieza a usar pluma y creatividad para dar rienda suelta a diferentes historias, en las que ambos tendrán un notorio papel. Un relato en que un poderoso Califa rivaliza con un valiente panadero por el amor de una hermosa dama, la cruel y algo sobrenatural historia de Iván el terrible (con fuerte moraleja incluida), y un escalofriante cruce de caminos con el mismísimo Jack el destripador son las diferentes capas que construyen la trama principal. 

El reparto tuvo una participación activa en la edad dorada del expresionismo.
Paul Leni es uno de esos cineastas que ha influido con mucha fuerza en la cultura de masas y en diversas facciones artísticas. El mismísimo Bob Kane admitió ser fan incondicional del Director, y gracias a ello creó al Joker (archienemigo de Batman) inspirándose en el Film El hombre que ríe

Cinismo, homenajes, suspense e ironía dramática, se entrelazan en los cuentos.
El hombre de las figuras de cera, es un film con un excelente reparto, narrado de forma psicodélica, y muy transgresor para su época, demostrando (sin lugar a dudas) que su director es un arquitecto de sueños que se ha ganado la inmortalidad. 

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