sábado, 31 de agosto de 2013

Fat Kid Rules The World. Sobrepeso y Punk

Mathew Lillard es un actor carismático que en líneas generales siempre se ha movido por el cine comercial (especialmente en los géneros de humor y terror: 13 Fantasmas, De perdidos al río, Scream...), pero que en 2012 decidió dar el salto a la dirección con un film de corte Indie. Considerada película de culto, Fat Kid Rules The World (basada en la novela homonimia de K. L. Going) es un trabajo sensible a la par que agresivo, que profundiza en el problema que supone ser un adolescente desdichado en pleno siglo XXI. 


Troy en un chaval que ejerce su simple rol de observador en la vida, en la cual no pretende interactuar bajo ningún concepto. Su sobrepeso y baja autoestima lo hacen ser un adolescente solitario y huraño, sin amigos ni nada real que se le parezca. Tras llegar a su límite personal decide suicidarse, pero es entonces cuando Marcus MaCrae (una especie de problemático ídolo Punk del instituto) aparece en en escena para evitar semejante tragedia y entrar en su vida para deshacerla de arriba a abajo. Ambos adolescente forman una dupla intrigante y a la postre un grupo Rockero que no pasará inadvertido, pero claro está, el camino tendrá ciertos obstáculos...

La vida de Troy Billings cambiará hasta límites insospechados...
El recorrido del film muestra la evolución de unos personajes exquisitamente construidos, que nos aleccionan sobre como las apariencias y las primeras impresiones pueden ser engañosas, y que todos podemos aportar muchísimo en nuestros diferentes registros. 


Mathew Lillard supo como combinar a los diferentes oficios cinematográficos.
Un sensacional montaje y una buena elección de reparto, contribuyen a la loable dirección del señor Lillard, responsable de una película que homenajea a la música protesta y a un sin fin de dramas que suceden a nuestro alrededor de forma casi imperceptible. 


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