jueves, 7 de marzo de 2013

Submarine, o muchacho al borde de un ataque de nervios...


Basada en la novela de Joe Dunthorne (con el mismo nombre), Richard Ayoade ha perpetrado una de las mejores comedias ácidas de los últimos tiempos. Toda una combinación de sonidos, conceptos cinematográficos y colores, al servicio de un espectador ya necesitado de una historia sencilla pero contada como nunca. 

Nuestro protagonista, un tipo quinceañero, al igual que los submarinos, se encuentra de forma perpetua hundido y bajo presión, pero como es lógico, un detonante con sonrisa maliciosa (con forma de muchacha inclasificable) entrará en su vida, dando paso a una relación deliciosa y sumamente disfuncional que basa su disfrute en el dolor ajeno. Petardos, cerillas, y un bullying como el de antes, serán los pilares que sustentan la vida de estos particulares enamorados. 

Los colores dan información constante sobre los personajes.

La fórmula del Film, consiste en contar una historia bien construida, con la ayuda de un soberbio montaje (amén de una sensacional planificación), dándonos a conocer toda una amalgama de personajes inquietantes e insustituibles con problemas propios, tales como el divorcio, los guías espirituales, la enfermedad y una opresora soledad. 

Todos hemos tenido unos pedantes 15 años, un primer amor y una familia con problemas, pero gracias a la narrativa de este Film, tan fatídicas experiencias se transforman en una comedia sorprendente, que recomiendo a todos aquellos que busquen algo diferente y a la vez sencillo.

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