sábado, 19 de octubre de 2013

La tierra contra los Platillos volantes. El origen de todas las invasiones.

Icónico film de ciencia ficción dirigido en 1956 por Fred F. Sears (cineasta valiente que perpetró Westerns, cintas varias de terror y dramas la mar de particulares) que contaba con la inagotable magia y carisma artística del gran Ray Harryhausen. La Tierra contra los Platillos volantes fue uno de los títulos preferidos de Roland Emmerich, el cual admitió en su momento haberse inspirado (por no decir que copio a las claras) en el clásico de finales de los cincuenta para llevar a cabo la taquillera Independence Day



El Doctor Rusell Marvin y su esposa (encarnados por Hugh Marlowe y una preciosísima Joan Taylor) son los testigos del comienzo de una invasión extraterrestre. Las entidades espaciales se muestran hostiles desde un principio, dejando claro que tienen oscuras intenciones para con la humanidad. Cuando el ejército toma cartas en el asunto, descubre que las armas terrestres son ineficaces por culpa de un campo de fuerza que generan los Platillos volantes. Todo parecía perdido, pero un confiado alienígena cae en manos del Doctor Marvin, quien tendrá posibilidad de examinarlo y encontrar respuestas. Crear a contrarreloj el arma necesaria para repeler a los invasores será una empresa compleja... 

Ya han llegado, pero no estábamos preparados...
Película importante que tiene su lugar de honor en la lista de los títulos más relevantes de la ciencia ficción. Harryhausen el creador de ilusiones,  se empleó a fondo para dar vida al fenómeno OVNI en una de las batallas más épicas de la gran pantalla, con unos resultados sublimes que han sido imitados hasta nuestros días. 
Otra fantasía hecha realidad gracias a Ray Harryhausen.


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